Bolivia redujo el déficit fiscal del 9,3% al 7,2%, entre los años 2021 y 2022, y logró por segundo año consecutivo un superávit comercial resultado de la política de industrialización con sustitución de importaciones, destacó este jueves el presidente Luis Arce.
“Hemos estado trabajando en la reconstrucción de nuestra economía, un dato importantísimo ha sido que, cuando nosotros llegamos al Gobierno, el 2020, el déficit fiscal llegaba al 13 por ciento del Producto Interno Bruto, el 2021 lo reducimos de 13 a nueve y el año pasado lo hemos reducido a siete por ciento, hermanas y hermanos”, indicó Arce durante el acto de inicio de los trabajos de construcción del Complejo Industrial de Productos del Chaco en el municipio de Monteagudo, Chuquisaca.
Arce señaló que el indicador es “fundamental” porque su administración impulsa la generación de “recursos en la economía del país para invertirlos, generar empleo e industrias” con factorías como el Complejo Industrial de Productos del Chaco en el cual se invierten Bs 140 millones.
El déficit fiscal se produce cuando en la administración pública los gastos son mayores que los ingresos fiscales (tributos y cotizaciones).
Datos oficiales dan cuenta que en la gestión 2020, en el gobierno de facto de la exsenadora Jeanine Añez el déficit fiscal subió a 12,7%, sin embargo, en 2021 bajó a 9,3% y en 2022 se logró reducir aún más colocándose en 7,2%.
El indicador estuvo por debajo de la meta fijada por el Programa Fiscal Financiero (PFF), firmado en marzo de 2022, que estaba ubicada en torno al 8,5% del PIB.
El 6 de febrero, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, señaló que el 7,2% demuestra la recuperación de la economía a pesar del contexto internacional adverso con inflaciones galopantes como efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Otro de los indicadores que muestran la recuperación de la economía es la inflación que en 2022 cerró en 3,12%, la tasa más baja de la región. A éste se suma el superávit comercial – las exportaciones superan a las importaciones – que por segundo año consecutivo registró Bolivia en 2022 luego de los sucesivos déficits registrados hasta el año 2020.
El presidente recodó que en 2019 el país tenía un déficit comercial “por cerca de 900 millones de dólares” porque “importábamos más de lo que exportábamos”.
“Encontramos un país que importaba todo, nuestros hermanos apícolas lo conocen porque hasta miel estábamos importando, todo importábamos”, señaló al jefe de Estado.
No obstante, con la administración de Arce se empezó a aplicar la política de “industrialización con sustitución de importaciones y fomento a la producción boliviana y del consumo de los productos bolivianos”.
Gracias a ello, en 2021 se “revertió la tendencia negativa de tener más importación que exportación, y se logró un superávit de 1.472 millones de dólares, positivo. Exportamos más de lo que importamos”, destacó el jefe de Estado.
Ese año las exportaciones alcanzaron los $us 11.030 millones y las importaciones se ubicaron en $us 9.559 millones.
En 2022 la tendencia positiva continuó. A diciembre de ese año la balanza comercial de Bolivia registró un superávit de $us 603 millones.
Mientras las exportaciones alcanzaron los $us 13.653 millones, las importaciones totalizaron $us 13.049 millones.
“El año pasado también seguimos siendo positivos con 600 millones de dólares” de superávit comercial “¿qué quiere decir esto? que la política de sustitución de importaciones está dando resultado”, aseguró Arce al enfatizar que “esa tendencia tiene que seguir por eso queremos industrializar el país, por eso queremos que el Chaco tenga sus plantas industrializadoras”. /ABI/